D A N I E L S E D I T
A
Con una sensibilidad artística profundamente arraigada en la infancia, y
cultor de la práctica au plein air que lo emparenta a los
impresionistas, Daniel Sedita utiliza los paisajes como fuente de
inspiración y vehículo de expresión de sus pinturas.
Las armonías de color que hay en la naturaleza es lo que lo conmueve.
Daniel Sedita nació en Rosario, pero desde hace más de treinta años
eligió a la provincia mediterránea como su hogar, su atelier se
encuentra en La Granja, Ascochinga, Córdoba.
En el año 1987 llegó a San Javier, Traslasierra, Córdoba, y en ese
momento pensó: “ahora sí tengo algo para pintar”. La imagen del pueblo
detenido en el tiempo, con sulkys, jinetes, burritos, despertó en él una
fuerte motivación interna que lo impulsó a volcar en el lienzo los
colores que lo rodeaban. Al igual que otros grandes pintores como
Fernando Fader y José Malanca, se sintió inspirado por los amables
paisajes cordobeses, y las obras fueron apareciendo casi sin querer.
Numerosas exposiciones en distintas galerías de arte y exhibiciones
permanentes en Córdoba, San Luis, Bariloche, San Martin de los Andes y
Buenos Aires, fueron mostrando primero sus acuarelas y luego los óleos
relacionados al paisajismo argentino, después llegaron las figuras
incorporadas como ser, caballos, jinetes y niños.
Hace ya unos años después de varios viajes a USA con motivo de exponer
su obra, fue apareciendo en sus trabajos una transformación, producto de
estudios en museos y relaciones con diversos artistas contemporáneos en
el país del norte.
Hoy su proyecto es ¨Colores de mi país”, pintar distintas armonías de
color en diversos paisajes de nuestra Argentina.
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